miércoles, 16 de enero de 2013

Ciencia Vs. Religión

El pasado 23 de febrero del 2012 tuvo lugar un debate entre el gran Richard Dawkins y un, hasta entonces desconocido para mi, arzobispo de Canterbury llamado Rowan Williams (al final del texto os dejo los vídeos). El debate tuvo lugar en la Universidad de Oxford y fue retransmitida por todo el mundo.

Los titulares de los diarios fueros de lo más diversos. Algunos simplemente veían una lucha entre la religión y la ciencia, otro impregnaban las hojas de papel con su ideología diciendo que Dawkins no supo responder a Williams y otros, haciendo lo mismo de forma inversa, dijeron que Williams quedó descubierto ante Dawkins. No quiero entrar mucho en ese debate, pero estuvo igualado, no por nada, sino porque así estaba previsto, y punto. Ni Dawkins ni Williams hablaban sobre dios ni tuvieron un gran debate filosófico, sino que el debate se dividió en tres bloque sobre el ser humano y el universo y cada uno dieron un punto de vista. Dawkins mas de una vez se lanzo, salió del tema y atacó un poco a Williams (siempre de forma constructiva, fue un buen debate precisamente por eso), pero el moderador le paraba siempre. Además, no se puede pretender un debate de tal envergadura (con temas diversos y amplios) realizarlo en sólo una hora, y menos añadiéndole formalismos…

Con ese tema aparte, lo que quería comentar realmente era esa absurda “lucha” que se supone que existe entre Ciencia y Religión. Les acusamos de antónimos y siempre intentamos ver quién lleva la razón, cuando no nos damos cuenta que en realidad tendríamos que hacer esto… pero desde otra perspectiva. Para saber cuál es esa otra perspectiva, tenemos que saber que en realidad, las dos son filosofías, pero filosofías diferentes. La religión nació de una forma antiquísima de intentar de explicar los fenómenos naturales, entre ellos, los humanos y los del medio que le rodeaba. En un principio, cuando el ser humano no tenía tantas herramientas, las creencias eran locales, pero cuando logró tener una comercialización potente y medios de navegación y transporte, estas creencias chocaron en las ágoras. Cada creencia se tuvo que enfrentar a las demás y fue así como una a una fue cayendo hasta construirse las más potentes que lograron dominar al resto. Pues ya no solo quedaron localizadas, sino que se transportó a diversos lugares.

Poco a poco, esas inquietudes se fueron enfocando. Antes de este enfoque, la filosofía tuvo una rama que cayó en una metafísica superficial de la que surgió la religión (o religiones, mejor dicho), pero hubo personas que lograron salir de esa rama. Estas personas -o la mayoría de ellas- entregaron su inquietud a enfoques específicos, y fue así como poco a poco fue surgiendo la ciencia. Claro está que esto no quiere decir que éstos precientíficos fuesen ateos, es más, la gran mayoría de los ciudadanos eran creyentes de una u otra forma, pero es debido al contexto histórico (cada uno en su época) en el cual las religiones tenían un gran poder social. Lo que realmente quiere decir es que no dedicaron su vida a estudiar esa rama de la filosofía (la religión) puesto que ya estaba elaborada y le venía de forma impuesta que aceptaron, sino que la dedicaron a filosofías concretas.

Estas filosofías las podemos comparar con los estudios de una persona desde su infancia. Al principio, tiene una enseñanza muy globalizada, y es hasta cierto curso cuando comienza a especializarse. Primero separando las artes lingüísticas de las matemáticas, los idiomas y las sociales. Luego, comienza a ramificar esas enseñanzas sociales en “la cosa en sí” y “el tiempo de ello”, es decir, las Ciencias Sociales y la Historia. Más tarde, la historia la comienza a especializar más mientras que las ciencias sociales se ramifica en ciencias humanas y ciencias naturales. Por último, las ciencias sociales terminan en el estudio de la biología, la química, la física… pues la ciencia surgió de este mismo modo. Si nos vamos a los textos de los científicos antiguos veremos que en la portada no pone el nombre de la materia, sino “Filosofía de…”, generalmente encontraremos filosofía de la naturaleza.



Con lo cual, podemos ver que la ciencia hoy en día es una filosofía que ha indagado mucho y que de hecho sigue sin parar. Además, aceptando cualquier tipo de devenir a diferencia de la religión, que es estática. Hoy día ya no basta con la biología, por ejemplo, sino que dentro de ella encontramos la citología, histología… y así un sinfín de ramificaciones.

Otra diferencia de la ciencia respecto a la religión es el uso de un método, el método científico. A éste método se le acusa de cerrado y ciego, pues dicen que hay cosas que se escapan de la lógica y de la medición. Claro, es normal que un superficial de la metafísica intente medir la alegría o buscarle la lógica a un hipo, lo que no sabe es que la ciencia no va a intentar medir la alegría en primera instancia, sino que la va a estudiar. Va a averiguar desde qué la produce hasta cómo altera el medio que le rodea. Luego, clasificándola, sabrá cómo reaccionan los diferentes tipos de alegrías en diferentes personas y diferentes medios. De igual forma, estudiará cómo construir un puente con una buena estructura y un avanzado material para que dure más que ningún otro o cómo curar a una persona sin importar quién esté más muerto en una escala del 1 al 10...

En definitiva, tenemos dos tipos de filosofías, dos tipos de análisis: Uno creado hace milenios, cediendo el conocimiento a un ser superior (los cuales son intocables, tanto el conocimiento como el ser superior) y estacando debido a su falta de aceptación del devenir creando resignación en las personas… y otro en continuo cambio, avance (e incluso retrocediendo si con ello se consigue avanzar) y con e punto de mira hacia donde uno quiera, ya sea un ser humano, un animal, una madera o un átomo, pero nunca cediendo poder y creando resignación.

En el debate, Dawkins dijo que en una escala del 1 al 7, donde el 7 era el ateo absoluto y el 1 el creyente absoluto, él se situaba en el 6.9. Me sorprendió, pero la verdad es que me lo esperaba, nunca podemos asegurar nada al 100%, sin embargo, yo en esa escala me consideraría en el puesto 7 (por no exagerar y decir que me encuentro mucho más allá). ¿Por qué? Pues porque primero, ese/esa/esos seres superiores no me han mostrado hasta ahora de su existencia, segundo porque desde diferentes puntos de la filosofía no encuentro como resultado ningún ser divino, y tercero porque estudiando cómo han surgido estas ideas (religiones) y seres a lo largo de la historia se ve fácilmente que es el intento del ser humano (un buen intento para aquella época, por cierto) por encontrar respuestas, no tener medios para hallarlas y sin embargo quererlas sí o sí.

Y para acabar, diré una cosa más. La filosofía oriental cree en las energía vitales (Chí, Kí o Chakra, dependiendo del lugar o escuela tiene un nombre u otro). En su época, no se sabía exactamente qué era, pero se llegó al punto de poder utilizarla, como hacen los practicantes de Tai Chí o Kung Fu. Hoy día tenemos los medios para estudiar esas “energias”.  Si indagas un poco verás lo alucinante que puede ser el tema. La bioquímica y el “poder de la mente” unidos son capaces de lograr cosas increíbles… aun así esto sería entrar en un campo muy amplio.

El enfrentamiento entre el concepto “religión” y el concepto “ciencia” no existen tal y como pensamos; no son dos conceptos realmente antagónicos, sino dos métodos de análisis diferentes, y cada persona debe escoger qué y cómo quiere analizar. ¿Resultado? Viva la ciencia, siempre y cuando esta no se convierta para uno mismo en religión.





Actualización del 18/01/2013

Quiero aclarar una cosa. ¿Por qué el cristianismo (o cualquier otra religión) tiene tanta fuerza hoy día y es tan importante?

Dejando de lado lo que socialmente tuvieron que hacer para llegar a ese poder (muertes, imposición, miedo, etc.) me voy a centrar sólo en la parte ideológica. Bien, supongamos que hay una puerta verde (como siempre decía mi profesor de filosofía), ahora vengo yo y digo que en realidad no es verde, sino amarilla. Todos los demás, que la ven verde, me miraran extrañados y dirán que no, que es verde. Pero explico que en realidad la honda electromagnética del sol viene con mucha fuerza y al chocar con el cuerpo iluminado éste absorbe poca cantidad debido al gran choque, y por eso se expulsan grandes cantidades de hondas que nuestro cerebro interpreta como verde, cuando en realidad el color original es amarillo.

Cualquier físico, o simplemente estudiante de bachiller, es capaz de echar abajo lo que acabo de decir, pero como ejemplo nos vale. Seguimos. Al explicar esto, he logrado convencer a una persona y ya somos dos. Luego, basamos toda nuestra vida en decir que esa puerta es amarilla. Después de nosotros viene otra generación defendiendo lo mismo, y así sucesivamente. Al final pasan milenios en los que hay personas y grupos que han dedicado TODA su vida en intentar demostrar que la puerta es amarilla. Con tanto tiempo y tantas personas, habrán surgido miles de argumentos a favor y algunos bastante más avanzado y complejo que el inicial.

Pues eso es básicamente lo que ha hecho la religión. Hay personas y grupos que han dedicado TODA su vida en defender algo tan grande, que es normal que haya teorías muy fuertes a su favor. Pero repito que para desmantelarlo es tan fácil como estudiar la historia de tal religión y ver sus orígenes inciertos, que ya he explicado en este post. Además, las religiones no dicen simplemente que creen en un “dios” (sin entrar ahora en definir el concepto de dios), sino en SU dios. Y en consecuencia se ven con la autoridad de imponer toda una serie de conceptos, moral, formas de vida, costumbres… Y siempre pienso lo mismo ante esto:

-¿Cuánto tiempo tiene tu religión?

-X tiempo.

-¡Ah! Y ¿dónde se sitúa geográficamente tu religión?

-Por X lugar.

-Bien, entonces, todo lo que hubo previamente al nacimiento de tu religión vivió en constante pecado, ¿no? Y no solo eso, sino que si pertenezco a una zona donde la religión predominante es otra y sobre la tuya no sé nada, también he vivido como tu dios NO quiere, ¿cierto? En resumen, que tu dios solo puede juzgar a ciertas personas de ciertas épocas y en ciertos lugares, porque no tenían conciencia sobre él ni sus… “normas”. Pues entonces pienso que básicamente, al menos tu dios no existe. Además, en el hipotético caso de que ese dios existiese, me ha creado justo como ÉL quiere, así que seguiré viviendo como él me creó, no como tú me dices que viva.